Tu cometa no tiene más piolín... chiquitín,
La dejaste olvidada en un rincón... grandullón,
Ya no escabas el vientre de serrín... chiquitín,
A tu viejo caballo de cartón... grandullón.

Ya no tiene bandidos el jardín... chiquitín,
Y tendré que alargarte el pantalón... grandullón.
Encontré, sin querer un folletín... chiquitín,
En tu cuarto, escondido en un cajón.

Entre recuerdos imborrables se quedaba
Dormida mi infancia.
La pubertad, como una rosa me brindaba
Toda su fragancia.
Mi pobre madre a escondidas se decía,
Mirando al espejo:
""los chicos crecen y al crecer todos los días
Nos hacen más viejos, nos hacen más viejos"".
Y mientras tanto dándome la bienvenida,
Estaba la vida.

Ha empezado a sonar el cornetín... chiquitín,
Otras cosas reclaman tu atención... grandullón.
Ya te excita el aroma del jazmín... chiquitín,
Y sospecho saber por qué razón... grandullón.

Ten cuidado no acaben en motín... chiquitín,
Tus ingenuas urgencias de varón... grandullón,
Porque tú formas parte del festín... chiquitín,
Y te pueden comer el corazón.


Entre los pliegues de mi alma, agazapada
Quedó mi inocencia.
Como un vigía, controlando la escalada
De mi adolescencia.
""¡su despertar es demasiado prematuro!"",
Decía mi madre,
Y sin poder disimular todo su orgullo
Reía mi padre, reía mi padre.
Y mientras tanto dándome la bienvenida
Estaba la vida.

¡quién pudiera otra vez ser el delfín... chiquitín,
Que comienza a salir del cascarón... grandullón.
Navegar otra vez tu bergantín... chiquitín,
Aunque sea nomás... de polizón.

Composição: Alberto Cortéz