Respirando tu aire, soñando tus sueños
Hoy quiero que sepas que tú estás en ellos
Que eres la culpable de todos mis desvelos
Quiero que comprendas que tú eres mi anhelo

Me paso los días, las noches enteras
Pensando en el amor que corre por mis venas
Pensando que buscaba alguien que me quisiera
Y que al final encontré a alguien que vale la pena

Y quiero confesarte que mi vida eres tú
El ángel de mi guarda, el que me entrega su luz
La que ilumina el callejón sin salida
La que le ha dado una esperanza a mi vida

Y quiero confesarte que mi vida eres tú
El ángel de mi guarda, el que me entrega su luz
La que ilumina el callejón sin salida
La que le ha dado una esperanza a mi vida

Estoy aquí a la luz de la vela
Escribiendo una canción a la mujer más bella
Porque quiero que sepa que me enamoré de ella
Y la quiero llevar conmigo hasta las estrellas

Esa sensación que recorre mi cuerpo
Cada vez que me miras y se detiene el tiempo
Cada vez que me besas me robas el aliento
Tú eres la princesa que me devolvió el cuento

Y quiero confesarte que mi vida eres tú
El ángel de mi guarda, el que me entrega su luz
La que ilumina el callejón sin salida
La que le ha dado una esperanza a mi vida

Y quiero confesarte que mi vida eres tú
El ángel de mi guarda, el que me entrega su luz
La que ilumina el callejón sin salida
La que le ha dado una esperanza a mi vida

Respirando tu aire, soñando tus sueños
Hoy quiero que sepas que tú estás en ellos
Que eres la culpable de todos mis desvelos
Quiero que comprendas que tú eres mi anhelo

El amor que es, el amor que será
El amor que sentí por tanto tiempo y verás
Que lo expresaré segundo a segundo
Antes de que por ti se me acabe el mundo

Y quiero confesarte que mi vida eres tú
El ángel de mi guarda, el que me entrega su luz
La que ilumina el callejón sin salida
La que le ha dado una esperanza a mi vida

Y quiero confesarte que mi vida eres tú
El ángel de mi guarda, el que me entrega su luz
La que ilumina el callejón sin salida
La que le ha dado una esperanza a mi vida

Composição: Sonyk El Dragón