Rojo sobre negro,
una rosa roja se cayó
sobre el asfalto
y después llovió.
Fui a recogerla,
el viento sopló;
corrí detrás de ella
y desapareció.
Rojo sobre negro,
tus labios en la oscuridad,
llamas que se encienden
para iluminar.
Me acerqué a besarlos
buscando el placer,
maldije aquellos labios
cuando me quemé.
Rojo sobre negro,
sangre que tiñe el barrizal,
alma de un soldado
que no sufre más.
No pidió la guerra,
no quiso morir,
¡Cielos, cuánta mierda
para sobrevivir!