Me juraba amor eterno,
Pero pronto me olvidó.
Por qué los hombres,
Cuando mienten el cariño,
Lo hacen de un modo que
Parece ser sincero
Y sin embargo, va encubierta la mentira
En el más cálido y sentido juramento.

Me juraba amor eterno,
Pero pronto me olvidó.

¡nena! -él me decía
Mientras tomaba juntas mis manos-
Yo he de quererte la vida entera
Pues para amarte dios me ha creado;
Yo he de robarle la gama al cielo,
Para brindarte todo su encanto;
Yo he de ser tuyo cual permanentes
Son, en el cielo, estrellas y astros.

Pero la vida tiene
Muy crueles sinsabores
Y, los de amor, son duros
Como ningún otro es;
Y así fue con un día
Muy triste, inolvidable,
Cuando más yo contaba
Con su amor y su fe,
El hombre de mis sueños
De mi lado se fue.

Composição: Enrique Avella