Entre plumas y sangre, vencido de miedo y de sed
Iba errante
Sin poder soportarlo
Mis manos y manto de amor
Fui a darle
Al fin en casa, curé su agonía
Mientras que un duro sueño me vencía
Y soñé

A la mañana siguiente
No era cuerpo de ave, un hombre encontré
Con pocos signos vitales
Despertó sonriente y su mano tomé
Y sin pensar en ese nuevo aspecto
No pude contener mi sentimiento
Y lo amé

Después de varias semanas
De amor intenso y de ganas
Su rostro cambió
Ya no quedaban heridas
Exceptuando las mías de miedo y dolor
Y poco a poco se iba transformando
Con rabia y con angustia iba llorando
Y voló

Composição: Jose Ignacio Martin