Una vez un ruiseñor
Con las claras de la aurora
Quedó preso de una flor
Lejos de su ruiseñora

Esperando su vuelta al nido
Ella vio que la tarde moría
Y en la noche, cantando en el río
Medio loca de amor, le decía

¿Dónde estará mi vida?
¿Por qué no viene?
¿Qué rosita encendida
Me lo entretiene?

Agua clara que camina
Entre juncos y mimbrales
Dile que tienen espinas
Las rosas de los rosales

Dile que no hay colores
Que yo no tenga
Y que me muero de amores
¡Dile que venga!

Agua clara que camina
Entre juncos y mimbrales
Dile que tienen espinas
Las rosas de los rosales

Dile que no hay colores
Que yo no tenga
Y que me muero de amores
¡Dile que venga!

Composição: Antonio López Quiroga Segovia / Francisco Naranjo Caldera / Ignacio Roman Jimenez