El Niño, Los Sueños y el Reloj de Arena

Sentado sobre una piedra de la calle Soledad,
sentado como si fuera el "Pensador de Rodin"
Esta es la historia de un niño que se detuvo a soñar
que sueña con ver un día que no acaba de llegar.

Pero sabe que hay otros que sueñan igual,
porque tal vez un día ese maldito sueño
se puede volver real.

Los viejos pasan y rien viendo al muchacho soñar
no es que ya nadie confíe, pero es difícil confiar.
El joven mira hacia el cielo y mientras en la ciudad,
la gente vive con miedo, con miedo para esperar.

Pero sabe que hay otros que sueñan igual,
porque tal vez un día ese maldito sueño
se puede volver real.

Yo tengo un reloj de arena para medir mi dolor,
cada segundo es la pena que va cayendo en mi corazón.
Y aunque no me hago ilusiones, algo tendrá que cambiar
aunque yo sueñe canciones y otros prefieran callar.

Pero sé que hay otros que sueñan igual,
porque tal vez un día ese maldito sueño
se puede volver real.

Sentado sobre una piedra de la calle Soledad,
sentado como si fuera el "Pensador de Rodin".
Esta es la historia de un niño que envejeció de soñar,
y sigue esperando un día que no acaba de llegar
de llegar.

El Niño, Los Sueños y el Reloj de Arena

Sentado em uma pedra de Soledad Street,
sentado como se o "Pensador de Rodin"
Esta é a história de um garoto que parou de sonhar
que sonha em ver um dia que acaba de chegar.

Mas ele sabe que há outros que soam iguais
porque talvez um dia esse sonho maldito
pode se tornar real.

O antigo cartão de identidade e rir vendo o sonho menino
não é que ninguém confia, mas é difícil confiar.
O jovem olha para o céu e ao mesmo tempo na cidade,
pessoas vivem com medo, com medo de esperar.

Mas ele sabe que há outros que soam iguais
porque talvez um dia esse sonho maldito
pode se tornar real.

Eu tenho uma ampulheta para medir a minha dor,
cada segundo vale a pena cai no meu coração.
E embora eu não tenho ilusões, algo tem de mudar
embora eu prefira a sonhar canções e silencioso outros.

Mas eu sei que há outros que soam iguais
porque talvez um dia esse sonho maldito
pode se tornar real.

Sentado em uma pedra de Soledad Street,
sentado como se o "Pensador de Rodin".
Esta é a história de um menino com idades entre sonho,
e ainda à espera de um dia que acaba de chegar
chegando.

Composição: Carlos Varela