Flor de Huiñaj

Cuentan los viejos del pago que por los montes vivía
Una indiecita morena, herencia de raza quichua

Cuando dejaba el telar de tarde en tarde salía
Por darle paso a su encanto, el propio Sol se escondía

Todo el monte se alegraba Cuando allí se la veía
Llevando en su cabellera siempre una flor amarilla

Era la bella del monte Por el cielo bendecida
Flor de Huiñaj se llamaba aquella hermosa indiecita

La muerte quiso llevarla y Al presentir su agonía
Su cuerpo se volvió árbol, prolongando así su vida

Y los dioses lugareños Para despedir su almita
Le dieron al árbol flores, todas color amarillas

Y desde entonces el cielo llora su ausencia en la vida
Y con lágrimas de lluvia moja su tierra sufrida

Era la bella del monte Por el cielo bendecida
Flor de Huiñaj se llamaba aquella hermosa indiecita

Flor de Huiñaj

Contam os velhos do lugar que pelos montes vivia
Uma índia morena, herança da raça quíchua

Quando deixava o tear de vez em quando saía
Para dar lugar ao seu encanto, o próprio Sol se escondia

Todo o monte se alegrava quando ela aparecia
Levando em seus cabelos sempre uma flor amarela

Era a bela do monte, abençoada pelo céu
Se chamava Flor de Huiñaj aquela linda índia

A morte quis levá-la e ao pressentir sua agonia
Seu corpo se transformou em árvore, prolongando assim sua vida

E os deuses locais, para despedir sua alma
Deram à árvore flores, todas de cor amarela

E desde então o céu chora sua ausência na vida
E com lágrimas de chuva molha sua terra sofrida

Era a bela do monte, abençoada pelo céu
Se chamava Flor de Huiñaj aquela linda índia

Composição: Leocadio del Carmen Torres / Victor Abel Giménez