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Dos Sonetos

Quilapayún

Dos Sonetos

Otros días vendrán, será entendido
el silencio de plantas y planetas
y cuantas cosas puras pasarán
tendrán olor a luna los violines!

El pan será tal vez como tú eres:
tendrá tu voz tu condición de trigo,
y hablarán otras cosas con tu voz:
los caballos perdidos del otoño.

Aunque no sea como está dispuesto
el amor llenará grandes barricas
como la antigua miel de los pastores,

y tú en el polvo de mi corazón
(en donde habrán inmensos almacenes)
irás y volverás entre sandías.

En medio de la tierra apartaré
las esmeraldas para divisarte
y tú estarás copiando las espigas
con una pluma de agua mensajera.

¡Qué mundo! ¡Qué profundo perejil!
¡Qué nave navegando en la dulzura!
¡Y tú tal vez y yo tal vez topacio!
Ya no habrá división en las campanas.

Ya no habrá sino todo el aire libre,
las manzanas llevadas por el viento,
el suculento libro en la enramada,

y allí donde respiran los claveles
fundaremos un traje que resista
la eternidad de un beso victorioso.

Dos Sonetos

Outros dias virão, será compreendido
o silêncio das plantas e dos planetas
e quantas coisas puras passarão
terão cheiro de lua os violinos!

O pão será talvez como você é:
terá sua voz, sua essência de trigo,
e outras coisas falarão com sua voz:
os cavalos perdidos do outono.

Embora não seja como está previsto
o amor encherá grandes barricas
como o antigo mel dos pastores,

e você no pó do meu coração
(onde haverá imensos armazéns)
vai e volta entre melancias.

No meio da terra eu separarei
as esmeraldas para te avistar
e você estará copiando as espigas
com uma pena de água mensageira.

Que mundo! Que profundo salsão!
Que barco navegando na doçura!
E você talvez e eu talvez topázio!
Não haverá mais divisão nos sinos.

Não haverá senão todo o ar livre,
as maçãs levadas pelo vento,
o suculento livro na ramagem,

e ali onde respiram os cravos
fundaremos um traje que resista
a eternidade de um beijo vitorioso.

Composição: Eduardo Carrasco / Pablo Neruda