La Última Estación
Se merecían una noche diferente,
bajar la guardia, mezclarse con la gente.
Desoxidar el corazón
con ese lubricante viejo
al que llaman amor.
Pero sin luna el cielo no tiene colores,
debes pintarlos arañando sensaciones
con esa leve confusión
que nos convierte en inexpertos
a la que llaman pasión.
Y van de la mano,
no se atreven a soltarse ni a juntarse un poco más.
Dos pieles acostumbradas
a no buscarse y rozar.
El camarero puso velas, sirvió el cava.
Seis años juntos, pensaron mientras brindaban.
¿Qué tal va el curro? Pues igual.
Han llamado tus padres,
van a venir a cenar.
Con el alcohol prendió la llama del pasado,
Estás muy guapa. Tú también, pero más calvo.
Bajo la mesa un pie juguetón,
Yo también me alegro de verte,
le susurró al pantalón.
Fueron al lavabo,
jodieron como nunca, incluso hicieron el amor.
Sabe a nostalgia el orgasmo:
llega la última estación.
Te quiero tanto, susurraban las caricias.
Es un adiós, sabían sus medias sonrisas.
Interrumpieron la emoción
con una carcajada
cuando el maître les pilló.
Esperaron al alba,
recordando el primer beso, escuchando su canción.
Ha sido un placer quererla.
Lo mismo digo, señor.
Se merecían una vida diferente,
bajar la guardia, mezclarse con la gente.
Desoxidar el corazón.
Quién sabe, tal vez el destino
los junte en otro vagón.
A Última Estação
Eles mereciam uma noite diferente,
bajar a guarda, se misturar com a galera.
Desoxidar o coração
com aquele lubrificante velho
que chamam de amor.
Mas sem lua o céu não tem cores,
você precisa pintá-los arranhando sensações
com essa leve confusão
que nos torna inexperientes
que chamam de paixão.
E vão de mãos dadas,
não se atrevem a se soltar nem a se juntar um pouco mais.
Duas peles acostumadas
a não se procurar e se tocar.
O garçom colocou velas, serviu o espumante.
Seis anos juntos, pensaram enquanto brindavam.
Como vai o trampo? Pois igual.
Seus pais ligaram,
vão vir jantar.
Com o álcool acendeu a chama do passado,
Você está muito bonita. Você também, mas mais careca.
Debaixo da mesa um pé brincalhão,
Eu também fico feliz em te ver,
sussurrou para a calça.
Foram ao banheiro,
transaram como nunca, até fizeram amor.
Sabe a nostalgia do orgasmo:
vem a última estação.
Eu te amo tanto, sussurravam as carícias.
É um adeus, sabiam seus sorrisos tímidos.
Interromperam a emoção
com uma gargalhada
quando o maître os pegou.
Esperaram o amanhecer,
lembrando do primeiro beijo, ouvindo sua canção.
Foi um prazer amá-la.
O mesmo digo, senhor.
Eles mereciam uma vida diferente,
bajar a guarda, se misturar com a galera.
Desoxidar o coração.
Quem sabe, talvez o destino
os junte em outro vagão.